Pintor japonés. Cultivó el estilo yamato-e, con una pintura decorativa de armonioso colorido y una temática de escenas históricas, personajes y flores. Dejó numerosas obras, aunque muchas son de atribución dudosa
(Alajuela, 1854 - San José, 1931) Político costarricense. Hijo del general Apolinar de Jesús Soto Quesada, fue presidente de la República entre 1885 y 1886 y de nuevo entre 1886 y 1889. Estudió derecho y llegó a ejercer la abogacía durante algún tiempo. En 1880 se trasladó a Estados Unidos, y de regreso a su país, al año siguiente fue nombrado gobernador de su provincia natal, pero dejó pronto su cargo para viajar por Europa. De regreso a Costa Rica, volvió a ocupar el mismo puesto de gobernador, y en 1882, el presidente, el general Próspero Fernández, le confió la cartera de Gobernación, Policía y Fomento. Su primera actuación fue proclamar una amnistía general por motivos políticos. En 1882 obtuvo la cartera del ministerio de Hacienda
Al morir Próspero Fernández, Bernardo Soto tomó posesión provisional de la presidencia, e inmediatamente realizó los preparativos para la guerra contra Justo Rufino Barrios, de Guatemala. Al finalizar el mandato, el Congreso convocó elecciones, resultando vencedor Soto Alfaro. Durante su gobierno realizó importantes mejoras: dictó la Ley General de Educación, fundó el Liceo de Costa Rica, así como el Colegio de Señoritas, el Instituto de Alajuela, el Museo y la Biblioteca Nacional. También creó el Asilo Nacional de Locos y estableció la Cruz Roja y la Lotería Nacional.
Su labor se destacó sobre todo en educación, ya que contó con la colaboración de Mauro Fernández, conocido como el reformador de la enseñanza costarricense. Fue uno de los líderes del grupo liberal denominado la Generación del Olimpo, que detentaría el poder durante varios períodos presidenciales. Antes de finalizar su gobierno y a fin de evitar violencias, entregó el poder en una actitud patriótica a Carlos Durán (1889), quien desempeñó el cargo durante los seis meses restantes del período y fue partícipe de la jornada cívica del 7 de noviembre de 1889, día de la Democracia costarricense.