Historiador romano. Trabó amistad con Plinio el Joven, quien lo recomendó al emperador Trajano, gracias a lo cual pudo entrar a trabajar en la burocracia imperial. Bajo el mandato de Adriano se encargó de la dirección de los archivos imperiales, pero fue apartado de su puesto por «tomarse demasiadas familiaridades con la emperatriz». Gracias a la extraordinaria calidad de las fuentes que llegó a manejar durante su ejercicio en la corte, pudo dedicarse a escribir la que sería su obra más importante, Vida de los doce Césares, en la que biografió a los emperadores habidos desde Augusto a Domiciano. Esta obra ha brindado a la historiografía una gran cantidad de datos sobre la vida privada y el gobierno de los emperadores romanos, aunque se centra más en cuestiones superficiales, y en algunos casos escandalosas, que en un estudio profundo de los hechos históricos
(París, 1617- id., 1655) Pintor francés. Discípulo de Simon Vouet, en sus primeras pinturas siguió el estilo de su maestro. Posteriormente se decantó hacia un mayor clasicismo, y se convirtió en una de las personalidades más representativas del seiscientos francés. Decoró el Hôtel Lambert en París, y es autor de la serie sobre la Vida de San Bruno para la cartuja de París, entre otras obras