Filósofo, teólogo y jurista español. Jesuita (1564), estudió en Salamanca y enseñó teología en Segovia (1571), Valladolid (1576) y Roma (1580), donde participó en la elaboración del Ratio studiorum. Catedrático de teología en Alcalá (1585) y Salamanca (1593), en 1597 marchó a Coimbra, donde tuvo que doctorarse de nuevo en teología para poder ejercer como profesor. Por encargo papal escribió una Defensa de la fe católica contra autores de la secta anglicana (1593), quemada en público en Inglaterra y en Francia. Como teólogo, participó en la disputa de auxiliis y sigue un molinismo mitigado. Aunque tanto su teología como sus posiciones jurídicas son inseparables de su sistema filosófico, expresado en sus colosales Disputaciones metafísicas (1597), en las que, siguiendo a Tomás de Aquino y a Duns Escoto, va a la vez más allá de ellos e incluso los critica en puntos centrales. En Sobre el alma (1621) resume su psicología, mientras que en Sobre las leyes (1612) cristaliza su pensamiento jurídico-político, de posiciones avanzadas en su tiempo (posibilidad de derrocar al gobernante, derecho de gentes, sociedad internacional)
(Oviedo, 1934) Director de cine español. Se trasladó a Madrid para estudiar Filología Francesa, y, pese a no terminar los estudios, el paso por la universidad le otorgó la posibilidad de empezar una carrera como actor con el TEU (Teatro Español Universitario). Su vida profesional en los medios de comunicación empezó en la radio, como periodista deportivo, pero en los años 60 se descubrió como escritor con la novela De cuerpo presente y con Operación doble dos.
Empezó a escribir guiones, y de ahí pasó a la dirección. Debutó con Ditirambo en 1967 e intentó en su primera etapa dirigir películas con un modo de narrar alejado de las corrientes habituales: las imágenes oníricas y fantásticas, de gran belleza, se entremezclan con la realidad. El fracaso comercial de esta experiencia le hace regresar al cine tradicional, con adaptaciones literarias, aunque, en ocasiones, retornará a la narración fantástica.
En abril de 1994 presentó su libro El asesino triste, con 14 relatos, con el que rompía un período de más de una década sin publicar. En enero de 1999 publicó Ciudadano Sade, una biografía novelada del aristócrata libertino del siglo XVIII, y en 2000 Yo, ellas y el otro, un particular homenaje del autor al vodevil. En los primeros días de 2003, el cineasta asturiano debutó como director teatral con la obra Arsénico por favor; una adaptación libre de la afamada Arsénico por compasión de Kesserlring, que Capra convirtió en un clásico en 1944