Actriz estadounidense que se ha revelado, con una filmografía relativamente breve, como una de las más sólidas profesionales de Hollywood.
Hilary Swank
Su físico atlético y su semblante adusto han condicionado sus roles, al menos aquellos que hasta el momento le han reportado más éxito: Hilary sabe dotar de credibilidad en la pantalla a mujeres ambiciosas, de ideas claras y de marcado carácter luchador. En su corta carrera ha obtenido ya dos Oscar, uno en 2000 por Boys don’t cry y otro en 2005 por Million Dollar Baby, dirigida por el veterano Clint Eastwood.
Hilary Ann Swank nació el 30 de julio de 1974 en Lincoln, Nebraska. Su padre, que nunca tuvo un empleo fijo durante demasiado tiempo, decidió llevarse a la familia (compuesta por sus dos hijos, Hilary y James, y su esposa Judy, secretaria) al estado de Washington, concretamente a Bellingham, muy cerca de la frontera con Canadá. Después de ejercer diversos oficios, decidió convertirse en viajante cuando Hilary tenía seis años, de modo que la niña creció acostumbrándose a ver en escasas ocasiones a su progenitor
Antes de comenzar la escuela secundaria, Hilary practicó con asiduidad varios deportes, entre ellos la gimnasia y la natación. En esta última disciplina destacó lo suficiente como para participar en los Juegos Olímpicos Junior. También logró un quinto puesto como gimnasta en un campeonato estatal.
Sin embargo, a pesar de esta inveterada afición, no tardó en descubrir su verdadera pasión, la interpretación, a la que inicialmente sólo pudo dar forma en el ámbito escolar. No obstante, a los nueve años fue descubierta por una representante artística y productora llamada Suzy Sachs, quien decidió hacerse cargo de sus progresos en este terreno y pronto le consiguió el papel de Mowgli en una producción de El libro de la selva. A partir de entonces, sus apariciones en actuaciones de teatro local fueron constantes.
La vida escolar de Hilary en Bellingham no fue precisamente un camino de rosas, debido principalmente a problemas de adaptación con sus compañeros de clase. De todos modos, su estancia allí terminó cuando sus padres se separaron y la madre decidió llevarse a su hija a Pasadena, California, para tratar de hacer frente allí a las constantes angustias económicas que padecían
Los inicios no fueron fáciles. Al principio tuvieron que dormir varias noches en el coche mientras Judy buscaba trabajo en cafeterías y gasolineras. Gracias a la ayuda de un amigo, encontraron techo. Hilary logró incluso un agente para gestionar su carrera y se matriculó en el instituto de South Pasadena. Sin embargo, pronto tuvo que dejarlo para trabajar, lo que la obligó a finalizar sus estudios por correspondencia
Después de una breve aparición en Harry and the Hendersons se le abrieron las puertas de la televisión, lo que le permitió actuar en la popular serie Buffy, la cazavampiros en 1992. Ello supuso un pequeño empujón para su promoción, ya que pudo establecerse en la cadena ABC, gracias a la cual, por otra parte, pronto conoció al amor de su vida, Chad Lowe, hermano del famoso actor Rob Lowe, en una fiesta de la productora. Su boda con Chad tuvo lugar el 28 de septiembre de 1997
Debut cinematográfico
(Gloria Josephine May Swenson; Chicago, 1898 - Nueva York, 1983) Actriz estadounidense. Debido al trabajo de su padre, que daba servicio al ejército, tuvo que mudarse continuamente de domicilio durante su infancia, llegando a vivir incluso en Puerto Rico durante algunos años. Cuando cumplió los quince, su madre y ella volvieron a Chicago. En 1913, cuando paseaba con su tía por los estudios Essenay para ver cómo se hacían las películas, se fijaron en su fotogenia y a partir de entonces le ofrecieron varios papeles de extra en distintos títulos. En la década de los diez participó en varias películas de Wallace Beery, quien, en 1916, se convirtió en su marido
Swanson debutó en 1915 con The Fable of Elvira and Farina and the Meal Ticket, de Roy Baker, y ese mismo año trabajó con Charles Chaplin en Charlot cambia de oficio (1915). En Hollywood comenzó a tener éxito cuando Mack Sennett le hizo formar pareja con Bobby Vernon. Aunque Swanson compaginó estas comedias con dramas, pronto se cansó de los títulos de Sennet. Su oportunidad de desligarse de él llegó cuando los estudios Keystone se declararon en bancarrota.
Pasó a la Triangle y su primer título allí fue You Can’t Believe Everything (1918), de Jack Conway. Sus diferencias creativas con los ejecutivos causaron numerosos problemas al Estudio, y después de ocho títulos sin trascendencia la actriz acabó su contrato justo cuando el Estudio entraba también en bancarrota. Fue Cecil B. de Mille quien convirtió a Swanson en una auténtica estrella. Su primer título juntos, A los hombres (1919), renovó ya el aspecto de la actriz. La fama hizo que las revistas estuviesen continuamente pendientes de sus movimientos, y su forma de vestir causó sensación. Se compró una mansión y se convirtió en la reina de los estudios Paramount
A mediados de la década de los veinte, Swanson era una de las actrices mejor pagadas de Hollywood. Era la época de títulos como La octava esposa de Barba Azul (1923), una comedia romántica dirigida por Sam Wood; Más fuerte que su amor, también de Wood, adaptación de la novela de Elinor Glyn Beyond the Rocks, largometraje que coprotagonizaba Rodolfo Valentino y del que se recuperó una copia en abril de 2004, después de creerse desaparecido durante décadas; Zaza (1923), de Allan Dwan, basada en la obra romántica de Pierre Bretón; Sadie Thomson (1928), un drama dirigido por Raoul Walsh que le valió a Swanson una nominación al Oscar a la mejor actriz. Otro de los títulos emblemáticos de la década fue, sin duda, Queen Kelly (1929), el drama de Erich von Stroheim que se convirtió en la primera película sonora de éxito de la actriz.
En 1919 se divorció de su primer marido y se casó con el productor Hernbert Somborn, matrimonio que duraría hasta 1922. En 1924 obtuvo los derechos de una obra de teatro titulada Madame Sans Gene, y el permiso para rodar en Francia. Durante el rodaje de la película conoció a su tercer marido, el marqués Henri de la Falaise de la Coudraye. Mientras continuaba su carrera con Paramount, decidió crear su propia productora para conseguir el control absoluto de sus películas. Gloria Swanson Productions, que fundó junto a Joseph Kennedy (que era su amante), en 1927. El amor de Sonia (1927) o La frágil voluntad (1928) las hizo en el seno de esa productora, proporcionándole, respectivamente, problemas financieros y de censura
Cuando se implantó el sonoro, Swanson tenía treinta años. Había estudiado canto y consiguió adecuar su voz a los incipientes sistemas de grabación. Su primer sonoro, La intrusa (1929), de Edmund Goulding, fue un éxito de público, lo que le permitió firmar un interesante contrato con Metro Goldwyn Mayer. Pero, a pesar de los esfuerzos de la actriz, su época de esplendor parecía haber terminado. Tras el fracaso de Música en el aires (1934), de Joe May, se retiró temporalmente
En 1941 volvió con una comedia titulada Papá se casa, de Jack Hively, junto a Adolphe Menjou, que aunque no fue un gran éxito devolvió a la actriz a la pantalla. Su carrera no progresó mucho más. Entre sus últimos títulos destaca El crepúsculo de los dioses (1950), de Billy Widler; su papel en la película tenía mucho en común con su propia vida. Le valió, además, una nominación al Oscar.
A partir de los cincuenta, Swanson comenzó a aparecer asiduamente como invitada en programas y series de televisión, como La hora de Alfred Hitchcock, Ben Casey o El show de Carol Burnett. También comenzó a interesarse por otras actividades que no eran estrictamente cinematográficas. La nutrición y los efectos de ciertos alimentos e ingredientes le fascinaban hasta el punto de crear una línea cosmética con ingredientes naturales. Su conocimiento exhaustivo de la moda le llevó a trabajar también en esta década para la firma Forever Young, con la que participó a lo largo de una década.
Una de sus iniciativas más interesantes, sin embargo, había nacido en la década de los treinta, cuando se le ocurrió llevar inventores extranjeros a los Estados Unidos para ofrecerles un entorno seguro en el que desarrollar sus ideas; para ello formó la compañía Multiprises, que también funcionó durante una década. En la década de los setenta Swanson comenzó una nueva carrera artística unida a la pintura y a la escultura, y sus trabajos fueron expuestos en una galería londinense en 1979. En 1980 publicó su autobiografía titulada Swanson on Swanson