Prehistoriador y arqueólogo español. Catedrático de arqueología en las universidades de Valencia y de Barcelona, realizó numerosas excavaciones en España y el N de África. Ha escrito diversas obras, algunas de ellas en colaboración con L. Pericot, M. Font y J. Mangas: Lixus (1959), Marruecos púnico (1960), Las raíces de Cataluña (1962), Arte ibérico (1968), Ibiza cartaginesa (1975), Primeras culturas e Hispania romana (1980).
(Josep Tarradellas i Joan; Cervelló, Barcelona, 1899 - Barcelona, 1988) Político nacionalista catalán. Sus convicciones catalanistas e izquierdistas le llevaron a participar en la oposición republicana contra la dictadura de Primo de Rivera, como militante de varios grupos que, en 1931, se integraron en la coalición Esquerra Republicana de Catalunya. Tarradellas fue elegido secretario general de aquel grupo, que habría de dominar la vida política catalana durante la Segunda República (1931-39). Fue diputado de las Cortes españolas y, tras aprobarse el primer Estatuto de Autonomía de Cataluña (1932), también diputado del Parlamento catalán, consejero de Gobernación y Sanidad y estrecho colaborador del primer presidente de la Generalitat de Catalunya, Francesc Macià.
Sin embargo, fue expulsado del gobierno y del partido por desavenencias con Macià en 1933. Más tarde fue encarcelado por su implicación en la Revolución de 1934 contra el gobierno derechista de la República. Regresó a la Esquerra y, tras el triunfo electoral del Frente Popular (en el que ésta estaba integrada) en 1936, volvió a entrar en el gobierno de la Generalidad como consejero de Servicios Públicos, Economía y Finanzas, y más tarde como presidente en aquel mismo año.
Fue miembro del Consejo durante toda la Guerra Civil española (1936-39), impulsando medidas revolucionarias como las colectivizaciones; pero cayó de la presidencia por los graves enfrentamientos de la retaguardia catalana entre las fuerzas que apoyaban a la República en 1937. Perdida la guerra en 1939, Tarradellas partió al exilio en Francia.
En 1954 fue elegido presidente del gobierno catalán en el exilio, por lo que constituyó una referencia simbólica de las aspiraciones del nacionalismo catalán durante la oposición al régimen de Franco. Al morir el dictador e iniciarse la transición a la democracia en España, Tarradellas regresó a Barcelona y Suárez le reconoció la legitimidad del cargo que ostentaba, al nombrarle presidente de un gobierno preautonómico de coalición, encaminado a restablecer el autogobierno catalán (1977).
Sin embargo, una vez aprobado el nuevo Estatuto (1979), las elecciones dieron el poder en Cataluña a la coalición de centroderecha encabezada por Jordi Pujol (1980), momento en que Tarradellas se retiró de la vida política