Poeta italiano. Padre de Torquato Tasso, sirvió sucesivamente a Ferrante Sanseverino, a quien siguió en su destierro, a Guidovaldo Della Rovere, al cardenal Luis de Este y a Guillermo Gonzaga, que le nombró gobernador de Ostiglia. En su obra poética intentó conciliar la tradición caballeresca iniciada por Ariosto con la Poética de Aristóteles. Es autor del Amadís (1560), poema épico en cien cantos escrito en endecasílabos y octavas reales; de diecinueve cantos del Floridante, terminado por Torquato y publicado en 1587; de la colección de poemas Amor (1555); y de numerosas Cartas, Rimas, elegías y sonetos
(Sorrento, 1544-Roma, 1595) Poeta italiano. Su obra marca la culminación de la poesía renacentista italiana y anuncia el desarrollo posterior de la misma, sobre la que ejerció una enorme influencia. Hijo de Bernardo Tasso, su infancia se vio ensombrecida por el destierro de su padre a la caída de Ferrante Sanseverino, por la muerte de su madre y por constantes desplazamientos que lo llevaron a Urbino, Venecia, Padua y Bolonia. Entró al servicio del cardenal Luis de Este, a quien acompañó a París (1570-1571), y del duque Alfonso II (1572).
Su primera obra, el poema caballeresco Reinaldo (1562), marca el paso de la imitación de Ariosto a una concepción más original de la poesía. En 1573 montó para una fiesta cortesana una representación de Aminta, fábula pastoril que se publicó en 1580. La redacción de su obra maestra, el poema épico Jerusalén libertada, fue iniciada en 1559 y cuando creyó haberla finalizado, en 1575, el poema le pareció poco ortodoxo y lo envió a Escipión de Gonzaga para que lo examinase.
Empezó entonces una época crítica para el poeta, en la que trataba de salvar la libertad de su temperamento frente a las limitaciones que le imponían los críticos aristotélicos clásicos. Su vida fue desde ese momento una alternancia trágica de períodos de locura y momentos de lucidez: llegó incluso a rehacer el poema con el título de Jerusalén conquistada (1593), muy inferior al original.
Su situación se fue agravando, y sus violencias, injurias y extravagancias obligaron al duque Alfonso II a hacerlo encerrar en el asilo de Santa Ana, en el que permaneció durante siete años (1579-1586). Después de residir en Mantua, Roma y Nápoles, cuando iba a ser coronado poeta en el Capitolio, murió en el convento de Sant´Onofrio.
Es autor, además, de la canción A las princesas de Ferrara, escrita durante su reclusión en el asilo; de la tragedia El rey Turismundo (1587); de unos Discursos sobre el arte poética (1566) y Discursos del poema heroico (1595); y de una colección de Versos (1593), que representan el último gran momento de la poesía italiana del Renacimiento