Pintor francés. Discípulo de Lamotte y de Flandrin, en 1861 obtuvo su primer éxito con el cuadro Fausto y Margarita, que fue adquirido por el Estado. Participó en la guerra de 1870-1871, y tras ella se estableció en Londres, donde pronto su obra adquirió prestigio. Al mismo tiempo se dedicó al grabado, trabajando al lado de Seymour Haden; también en este género alcanzaría reconocimiento. Un cambio radical le llevaría a ilustrar la vida de Jesucristo. Para ello se trasladó a Palestina, donde residió durante diez años. El resultado fueron 350 acuarelas sobre el Nuevo Testamento, de gran realismo, que fueron expuestas en París y Londres. Más tarde se encerró en la abadía de Nouillon para preparar una obra semejante sobre el Antiguo Testamento, pero la muerte le impidió terminar el proyecto. Entre sus cuadros más importantes figuran La cita en el balcón; Cuestión de colores; El ensueño; Embarque en Calais; Retrato en un parque; Tentativa de rapto; Señorita en una iglesia y La partida del novio
(Budapest, 1861-1918) Político húngaro. Ingresó en el Parlamento húngaro en 1886, y se convirtió en el líder del Partido Liberal (siguiendo el ejemplo de su padre, Kálmán Tisza, que fue presidente del Consejo de Hungría desde 1875 hasta 1890). Fue uno de los mayores defensores de la monarquía dual austro-húngara, e intentó en todo momento defender los intereses territoriales de Hungría; reforzó para ello el ejército y reprimió las peticiones de las minorías nacionalistas. Fue nombrado Primer Ministro en 1903, aunque fue severamente derrotado en las elecciones de 1905. Elegido presidente de la cámara baja en 1912, fue de nuevo Primer Ministro en junio de 1913.
En julio de 1914 Tisza tuvo que hacer frente (a pesar de que se oponía totalmente a ello) al hecho de que el Imperio austrohúngaro declarara la guerra a Serbia; argumentó para ello que el Imperio no debería intentar anexionarse los territorios eslavos más alejados, ya que un incremento de la población eslava en él supondría una situación que pondría en peligro la dualidad del Imperio. Se tuvo que resignar a tan sólo protestar por el decreto del nuevo emperador Carlos I (el rey húngaro Carlos IV) de reforma del sufragio en Hungría (el 15 de junio de 1917). Durante la Primera Guerra Mundial fue un defensor de la alianza de la monarquía con Alemania. Al achacársele la responsabilidad de haber provocado la guerra, y de ser el culpable del sufrimiento del país, Tisza fue asesinado antes del final de ésta por un activista de izquierdas magiar