Rey de Egipto (304 a.C.-285 a.C.). Era hijo de Lagos, un miembro de la aristocracia macedonia, y de Arsínoe. Amigo de Alejandro y miembro de su guardia personal, luchó en las campañas de conquista del inmenso Imperio Persa, donde destacó como un general cauto y capaz, lo que le convirtió en uno de los lugartenientes más cercanos al rey macedonio. A la muerte de Alejandro, en el 323 a.C., sus generales se repartieron los extensos territorios conquistados y pronto estallaron diversos conflictos entre estos estados sucesores (diaconos). Tolomeo, que gobernaba Egipto, aprovechó la situación de aislamiento del reino del Nilo para iniciar la expansión de sus territorios, lo cual le enfrentó a Perdicas, defensor de la unidad del imperio de Alejandro. Triunfador en las batallas de Gaza (312 a.C.) e Ipso (301 a.C.), a pesar de haber sido derrotado claramente en la batalla naval de Salamina de Chipre (306 a.C.), Tolomeo, que se había proclamado rey en el 304 a.C., logró reunir bajo su Corona a un gran número de territorios, entre ellos Chipre, parte de Libia y Palestina. En el 285 a.C. abdicó en favor de su hijo Tolomeo II
(Cos, 309/308-246 a.J.C.) Rey de Egipto (283-246 a.J.C.). Hijo y sucesor de Tolomeo I. Continuó la obra de su padre y su reinado representa el apogeo del poder del Egipto tolemaico, lo cual puede quedar simbolizado por sus embajadas a Roma y la India. Mejoró los métodos agrícolas y amplió los terrenos explotados, al tiempo que establecía un riguroso control de la producción del país para así lograr una mejor recaudación de los impuestos, que beneficiaron a la monarquía y a los macedonios que la servían. Protector de las ciencias y las artes