Conquistador y colonizador español. Militar desde muy joven, participó en las campañas de Italia antes de pasar, en 1534, a Venezuela, y desde allí a Perú. Aquí fue nombrado maestre de campo por Francisco Pizarro, a quien apoyó en sus disputas con Diego de Almagro en 1538. En este contencioso participó en la batalla de Las Salinas, tras la cual Pizarro le otorgó una encomienda en el valle de la Canela (Charcas) y una mina de plata en Porco, y le encargó la conquista de Chile.
Pedro de Valdivia
Valdivia partió de Cuzco en 1540 al frente de 150 hombres y llegó a Chile, donde exploró los valles del Copiapó, el Coquimbo y el Mapocho. Aquí fundó en febrero de 1541 Santiago de la Nueva Extremadura, que le sirvió de base para la exploración y conquista del resto del territorio.
Sin embargo, poco tiempo después, aprovechando una expedición punitiva de Valdivia a Cachapoal, los indígenas de Aconcagua destruyeron Santiago, que no tardó en ser reconstruida. Prosiguió sus exploraciones y en 1544 fundó la ciudad de La Serena, en el valle de Coquimbo, para facilitar las comunicaciones con Perú.
Después de solicitar sin éxito a Perú y a la corte recursos para continuar con la exploración, se presentó en Lima en 1547. Allí intervino en las guerras civiles al lado del partido del virrey y fue ratificado en su cargo de gobernador de Chile en 1549. En permanente lucha con los araucanos, se dedicó a partir de entonces a reorganizar las poblaciones destruidas por los indígenas, emprendió nuevas expediciones y fundó otras ciudades, entre ellas Concepción (1550) y Valdivia (1552).
Cuando la resistencia indígena parecía sofocada, Caupolicán y Lautaro acaudillaron una sublevación araucana. Pedro de Valdivia, sorprendido por los indios en Tucapel, murió en combate el día de Navidad de 1553
(Santiago, 1804- id., 1878) Prelado y político chileno. Diputado (1831-1840), en 1834 se ordenó sacerdote y, tras desempeñar el cargo de rector del Instituto Nacional (1840-1842), en 1848 fue designado arzobispo de Santiago. Su acérrima defensa del ultramontanismo y de la primacía de la Iglesia católica en la sociedad chilena le llevaron a duros enfrentamientos con el Gobierno; cedió en 1856, pero continuó liderando la ultraderecha