Compositor español. Apodado “Quinito” por ser hijo del también músico Joaquín Valverde, recibió las primeras lecciones de música de la mano de su padre, que era colaborador del célebre compositor de zarzuelas Federico Chueca, y compositor de títulos tan célebres como La Gran Vía o Agua, azucarillos y aguardiente
Quinito Valverde escribió su primera y exitosa zarzuela, titulada Las de Caín, cuando sólo contaba 15 años. A lo largo de su carrera compuso más de dos centenares de obras escénicas, algunas en colaboración. Una de las más exitosas fue La marcha de Cádiz, compuesta junto a Ramón Estelles, y estrenada en el Teatro Eslava de Madrid el 11 de octubre de 1896. Esta zarzuela está basada en la obra Cádiz del maestro Chueca. Además de la citada Cádiz, alcanzó la fama con otros títulos entre los que destacan El pobre diablo, escrita en 1897 en colaboración con T. López Torregrosa; El perro chico y El pollo Tejada, escritas junto a José Serrano o El iluso Cañizares (1905), fruto de su colaboración con Rafael Calleja.
Algunas de sus canciones como El Polichinela, El Pai-Pai o La Machicha, escrita para la cantante Carolina Otero, apodada " La Bella Otero", adquirieron gran fama en su época. Pero sin duda su canción más célebre sigue siendo Clavelitos, hasta el punto de figurar en el repertorio de grandes figuras de la lírica como Victoria de los Ángeles
(Badajoz, 1846 - Madrid, 1910) Compositor y director de orquesta español. Tocó de niño en bandas militares y estudió luego flauta y composición en el Conservatorio de Madrid. Ganó el Premio de la Sociedad de Fomento de las Artes (1871) y a partir de ese momento comenzó su carrera de compositor para el teatro.
Autor de canciones y zarzuelas, entre las primeras destaca la popularísima Clavelitos, y en el otro género La Gran Vía, obra escrita en 1886 en colaboración con Federico Chueca y así titulada a causa de la apertura de la calle madrileña de tal nombre. Juntamente con Caballero, Chueca, Bretón y Chapí, Joaquín Valverde pertenece a la primera generación de autores de zarzuelas, vinculados todavía a las influencias francesas e italianas, fáciles en las melodías y atentos al éxito inmediato y popular
Colaborador de Chueca, Bretón, Romea, Ragel y de su propio hijo, Quinito, compuso más de doscientas zarzuelas, como Agua, azucarillos y aguardiente, La fuente de los milagros, Los besugos y otras. Su hijo Quinito también fue autor de zarzuelas y estrenó, entre otras, Las de Caín, El pobre Valbuena, El terrible Pérez y El gran capitán