Narrador, ensayista y profesor universitario español. Cursó estudios superiores de Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, de donde se trasladó a Madrid para culminar allí su carrera y entrar en contacto con los principales círculos intelectuales y artísticos de la capital española. Una vez licenciado, ocupó diferentes puestos de profesor en varios centros de enseñanza superior.
En 1971 publicó su primera novela, El infierno y la brisa, que dio lugar a una versión cinematográfica con el título de ¡Arriba Hazaña! (1977). Seguiría vinculado al cine a través de la elaboración de diversos guiones. Le siguieron Diálogos del anochecer (1972) y El precursor (1975), historia de un hombre que reflexiona sobre su propia existencia. En otras obras suyas como Fabián (1977), Fabián y Sabas (1982), Diálogos de la alta noche (1982) y Despeñaperros (1988), siguió profundizando en las dudas e inquietudes existenciales del ser humano, a través del reflejo de las frustraciones e insatisfacciones de un hombre de nuestro tiempo
Entre sus últimas narraciones destacan Las piedras son testigo (1994), En esta ciudad (1996) y El síndrome de Oslo (1998), un audaz cambio de registro genérico, plasmado en una interesante trama policíaca. Ha publicado además estudios de dialectología: El habla de la tierra de Aliste (1967) y Defensa de la lengua andaluza (1981).
(Montevideo, 1872-1958) Escritor y pensador uruguayo. Fue abogado de profesión, rector de la universidad y decano de la Facultad de Humanidades. En 1897 obtuvo el primer premio en un concurso de libros de texto para Psicología. Seguidor de Rodó en su enfrentamiento al positivismo, elaboró una doctrina de socialismo atenuado e influyó poderosamente en la evolución pedagógica y cultural de su país. Aunque no escribió nada para la imprenta -sus libros son apuntes tomados por los alumnos durante sus cursos y conferencias, a los que dedicaba todo su tiempo-, su pensamiento fue considerado en la época como el único en toda Hispanoamérica que entraba de lleno dentro del territorio de la filosofía pura.
Sus obras reflejan las influencias de Herbert Spencer, John Stuart Mill y Henri Bergson, autores que le sirvieron de punto de partida para arribar a un sistema propio expuesto en el texto Lógica viva (1910), donde se propone enseñar a reconocer la confusión y el error, al tiempo que aspira a establecer una "psicológica". En Moral para intelectuales (1909) desarrolla una casuística laica, donde lo que importa es alcanzar un "estado de espíritu" apoyado en el "sentido común hiperlógico". Dentro de su amplia producción destacan, además, Los problemas de la libertad, Conocimiento y acción, Sobre feminismo y Fermentario