Historiador latino, fue pretor gracias a los favores de Tiberio. Su Ad M. Vinicium libri duo (29 d.J.C) narra la historia de Roma desde sus orígenes
(Écija, 1579-Madrid, 1644) Escritor español. Autor prolífico de comedias, en las que siguió a Lope de Vega, con un estilo satírico y barroco, se le recuerda sobre todo por su única obra en prosa, El diablo cojuelo. Estuvo al servicio del cardenal Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla. En 1600 marchó a Italia, con las tropas del Conde de Fuentes, y posteriormente combatió junto con las de Andrea Doria y las de don Pedro de Toledo. En Madrid sirvió al conde Saldaña, dedicándose a la abogacía y a las letras. Entró al servicio del conde de Peñafiel (1625), a través del cual fue designado ujier de cámara del rey.
De su abundante obra dramática -unas cuatrocientas comedias-, nos ha llegado un centenar de piezas, entre las que destacan los dramas históricos (La serrana de la Vera, 1603, El diablo está en Cantillana, 1622, Reinar después de morir, 1652, Más pesa el rey que la sangre, A lo que obliga el rey) y religiosos (La Magdalena, La hermosura de Raquel), sus autos sacramentales (La abadesa del cielo, El nacimiento de Cristo, La mesa redonda) y algunos entremeses (La burla más sazonada).
Poco antes de morir, publicó El diablo cojuelo (1641). Asimismo colaboró en numerosas obras teatrales: con Rojas Zorrilla (El pleito que hubo el diablo con el cura de Madrilejos), con Rojas y Coello (La Baltasara), y con Calderón y Cáncer (Enfermar con remedio)