Duque de Saboya (1675-1730), rey de Sicilia (1713-1720) y de Cerdeña (1720-1730). Sucedió a su padre, Carlos Manuel II de Saboya. Apoyó a Luis XIV para recuperar Pinerolo (1689), pero tras las derrotas de Staffarde (1690) y Marsala (1693), le abandonó y se alió al Imperio, pudiendo vencer en Turín (1706). Por el Tratado de Utrecht (1713) obtuvo una parte del Milanesado, el Monferrato y la isla de Sicilia a título de rey, que permutó por la Cerdeña con Austria (1720). Abdicó en favor de su hijo Carlos Manuel III
(Turín, 1726-Moncalieri, actual Italia, 1796) Rey de Cerdeña (1773-1796). Hijo y sucesor de Carlos Manuel III, desde el trono se dispuso a reafirmar el absolutismo, otorgando un especial papel al ejército, que así mismo reorganizó y preparó para su alianza con Francia. Sin embargo, tras los acontecimientos de la Revolución Francesa se vio obligado a hacer frente a las presiones reformistas en su propio país. Esta coyuntura le forzó a cambiar el sentido de sus alianzas y aproximarse a Austria, pero no pudo evitar que los ejércitos franceses le arrebatasen Saboya y Niza (1792). Tras ello y posteriores victorias de Bonaparte, en 1796, hubo de reconocer la cesión tanto de Saboya como de Niza, a partir de la firma del armisticio de Cherasco, el 25 de abril de 1796, así como a aceptar la presencia de tropas francesas en el Piamonte