Dramaturgo, músico y actor portugués. El teatro portugués y castellano tiene uno de sus pilares fundacionales en la obra de Gil Vicente, quien ocupa un lugar destacado en la gestación y consolidación de estas dos tradiciones dramáticas. Conocido por el sobrenombre del Plauto portugués, cultivó su lengua materna y el castellano con el mismo gracejo y frescura. De las 44 obras que han llegado hasta nosotros, 15 están escritas en el primer idioma, 11 en el segundo y 18 en una mezcla de ambos, que él mismo denominaba «algarabía luso-hispana».
Poco es lo que se sabe de su vida, empezando por las fechas y lugares de nacimiento y muerte, de los que no hay certeza absoluta. Sí se sabe, en cambio, que estuvo ligado a la corte portuguesa durante los reinados de Juan II, Manuel I el Afortunado y Juan III, para cuyas celebraciones más importantes escribió algunas de sus piezas teatrales.
Tradicionalmente, y a partir de la edición que se realizó en 1562 del conjunto de sus obras, éstas se dividen en cuatro grandes grupos: autos de devoción, comedias, tragicomedias y farsas. Auto da Vistaçam, Auto de la Sibila Casandra y la trilogía de Las barcas (integrada por Auto da barca do Inferno, Auto da barca do Purgatório y Auto da barca da Glória), del primer grupo; Comedia del viudo y Floresta de engaños, del segundo; Dom Duardos y Amadís de Gaula, ambas basadas en temas extraídos de novelas de caballerías, del tercero; y Farsa de las gitanas, Farsa dos almocreves y Farça dos fisicos, del cuarto, son sus títulos más representativos, algunos de los cuales revelan una vena cómica, inventiva y espíritu crítico genuinos, que le acercan a la obra de su coetáneo Juan del Encina.
Como éste, Gil Vicente, además de autor dramático, fue músico, faceta en la que se le debe la composición de las tonadillas que acompañan sus piezas teatrales y diversas obras de música religiosa
(Oviedo, 1924- id., 1956) Pintor español, hijo del también pintor español Paulino Vicente, llamado el Viejo ( Oviedo, 1900- id., 1990). Su obra, de estilo realista, tiene como tema preferente el retrato de tipos populares asturianos. Sin embargo otro grupo de obras, de composición más simple y esquemática, responde a una clara influencia del quattrocento