Aristócrata, actor, escritor y periodista español. Hijo del marqués de Castelvell, Grande de España, y de la hija del marqués de Portago, se negó a seguir la carrera diplomática. A principios de los años cuarenta empezó a colaborar en Destino, Diario de Barcelona y El Noticiero Universal. Residió un tiempo en París, donde colaboró en el Paris-Macht y publicó sus primeros libros. Ha participado también en algunos filmes como actor, entre ellos, Los amantes (1958, de L. Malle), Desayuno con diamantes (1961, de B. Edwards) y Giulietta de los espíritus (1965, de F. Fellini). Entre su obras destaca Encuentros y encontronazos (1995) y entre sus biografías, El Rey (1993), sobre Juan Carlos I
(Palma de Mallorca, 1897 - 1980) Narrador en lengua catalana cuya obra gira en torno a la decadencia y desaparición de la aristocracia mallorquina, su clase social. El padre era militar, por lo que tuvo una infancia itinerante a la que se suele atribuir su desarraigo respecto al movimiento cultural catalán de la isla y su enfrentamiento con los escritores de la "Escuela de Mallorca" encabezada por Joan Alcover y Miquel Costa i Llobera.
Médico psiquiatra, su obra, de prosa llana y directa, destaca entre la mejor novela psicológica o, según algunos autores, novela de ideas de las letras catalanas. Colaborador desde 1920 del diario El Día y director (1934-1936) de la revista Brisas, se reveló como escritor catalán con la novela Mort de dama (1931, ampliada con nuevos capítulos en sucesivas reediciones): visión satírica de la aristocracia que se ceba en el personaje de Dona Abdúlia, inspirado en una tía que lo desheredó y cuya muerte simboliza la desaparición de esa clase y caricaturiza en el personaje de Aina Cohen a la citada escuela.
La obra señala, además, la que sería otra de sus constantes: el análisis de los personajes femeninos. La versatilidad ideológica del autor, movido por un profundo conservadurismo, lo condujo desde la admiración por los ilustrados franceses y M. Proust (citado frecuentemente en su obra) a ser propagandista del fascismo tras el estallido de la Guerra Civil, que lo movió a afiliarse a Falange Española entre agosto de 1936 y noviembre de 1937. Los círculos catalanistas jamás se lo perdonarían.
En plena represión de la lengua catalana impuesta por el franquismo, publicó la traducción castellana de su siguiente novela, Bearn (1956), que tuvo que esperar a 1961 para aparecer en catalán y es considerada en todo homologable a la mejor producción europea del momento. Bearn, la obra maestra de Llorenç Villalonga, es en cierto modo la réplica a Mort de Dama: si esta primera obra era una acre caricatura de su mundo, ahora la actitud de Villalonga se ha invertido: a la polémica la sustituye la nostalgia y la elegía del mundo de la aristocracia decadente mallorquina que la guerra civil destruyo irremediablemente. Entre sus otras obras destacan L´hereva de dona Abdúlia (1964), Les fures (1967), Les ruïnes de Palmira (1972) y Andrea Víctrix (1974)