Cantante de ópera mexicano. De gran expresividad sobre el escenario, se dio a conocer en el Certamen Internacional Operalia, organizado por Plácido Domingo, figura con la que siempre se le ha comparado. Con la soprano rusa Anna Netrebko ha formado una de las parejas artísticas más conocidas de la escena operística actual
Rolando Villazón
A los once años ingresó en el Centro de Capacitación Artística Estudios de la capital mexicana, en el que tomó clases de música, actuación, danza contemporánea y ballet. En 1990 inició su formación en el mundo de la ópera, de la mano del barítono Arturo Nieto, que se convirtió en su primer maestro de canto. En 1992 ingresó en el Conservatorio Nacional de Música para proseguir con sus estudios, que serían guiados a partir de entonces por Enrique Jaso. Sus primeros papeles fueron Dorvil (La scala di seta), Florville (Il signor Bruschino) y Alessandro (Il rè pastore). Villazón alternó sus estudios y sus primeras interpretaciones con la participación en concursos de canto, como los de Guanajuato y Ciudad de México, en los que obtuvo sus primeros triunfos.
El barítono Gabriel Mijares tomó entonces las riendas de la formación de la joven promesa, antes de que diera el salto a nivel internacional. Su progresión recibió un fuerte impulso en 1998 con el Programa Merota de la Ópera de San Francisco, que le permitió recibir clases de la soprano australiana Joan Sutherland e interpretar el papel de Alfredo en La Traviata. Igualmente importante resultó su participación en el Programa de Artistas Jóvenes de la Ópera de Pittsburg, que le permitió participar en los montajes de I Capuleti e Montecchi, Lucia di Lammermoor y Vanessa.
Sin embargo, el espaldarazo definitivo a la carrera de Villazón fue el segundo premio en el Certamen Internacional Operalia, auspiciado por Plácido Domingo, figura con la que siempre se ha comparado al tenor mexicano. Ese mismo año llegó el anhelado debut en Europa, con el papel de Des Grieux (Manon), interpretado en Génova (Italia), al que siguió la primera aparición en los escenarios franceses, con el Rodolfo de La Bohème en la Ópera de Lyon en diciembre de 1999. La temporada 1999-2000 fue la de su puesta de largo internacional, que incluyó también la interpretación del Alfredo de La Traviata en el Teatro Lírico Giuseppe Verdi de Trieste y en la Ópera de la Bastilla de París
La fuerza de su canto se pudo comprobar en la temporada operística 2000-2001, en la que, sin haber cumplido la treintena, se subió a escenarios de todo el mundo: México, Alemania, Francia y Estados Unidos. Además de los habituales papeles de Alfredo (La Traviata) y Rodolfo (La Bohème), Villazón tomó parte en representaciones de Macbeth (como Macduff), L’elisir d’amore (Nemorino), Romeo y Julieta (Romeo) o Lucia di Lammermoor (Edgard). En la siguiente temporada incorporó a su repertorio nuevos personajes, como el de Rinuccio en Gianni Schicchi, y actuó en los escenarios de Ciudad de México, Berlín, Los Ángeles, Hamburgo, París y Trieste. En enero de 2002, Villazón ofreció tres recitales en Oviedo, interpretando el papel de Romeo en Romeo y Julieta, en la que fue su primera actuación en España.
El reconocimiento a su imparable ascensión llegó en 2003 con el premio de Les Victoires de la Musique Classique recibido en Francia, que lo distinguió como revelación extranjera. En esta temporada (2002-2003), interpretó al Fausto de la ópera del mismo nombre y alternó su presencia en montajes con sus primeros conciertos como solista, como el que ofreció en Ginebra (Suiza) en enero de 2003. La temporada 2003-2004 le llevó a escenarios tan prestigiosos como la Metropolitan Opera House de Nueva York y el Covent Garden de Londres, y a ampliar su repertorio con papeles como los de Hoffmann (Los cuentos de Hoffmann) y Don Carlos, en la ópera del mismo nombre
El éxito de Villazón le permitió realizar sus primeras grabaciones en solitario, que tuvieron una inmejorable acogida. En 2004, su trabajo Italian Opera Arias recibió el prestigioso premio Echo Klassic al mejor álbum de ópera del año (Alemania). En esa temporada (2004-2005) dio su primer recital en solitario en Nueva York e interpretó nuevos personajes, como el Don José de Carmen o Il Duca de Rigoletto. Su canto llegó a escenarios de primer nivel como el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, la Staatsoper de Viena y el Festival de Salzburgo.
Villazón recibió en 2005 nuevos premios, como las distinciones que obtuvo su siguiente álbum en solitario, titulado Arias, en el que interpretaba obras de los compositores franceses Charles Gounod y Jules Massenet. La apuesta por autores menos conocidos por el gran público ha sido constante a lo largo de su trayectoria. Con Arias ganó el premio Echo al mejor intérprete del año y el prestigioso galardón Grammophon’s al mejor recital. La primera discografía de Villazón incluye, además, grabaciones de óperas, como la de Romeo y Julieta, junto a Ainhoa Arteta, El holandés errante, con dirección de Daniel Barenboim, o Tristán e Isolda, junto a Plácido Domingo. También en 2005 grabó por primera vez para el sello Deutsche Grammophon la ópera La Traviata, junto a la soprano rusa Anna Netrebko, quien desde entonces se convirtió en su compañera inseparable en numerosas grabaciones y actuaciones. Ese mismo año participó en la banda sonora de la película musical Feliz Navidad, de Christian Carion
Rolando Villazón en Los cuentos de Hoffmann
La carrera de Villazón registró en la temporada 2005-2006 un aumento de actuaciones, en paralelo al prestigio cada vez mayor que el tenor mexicano tenía en círculos operísticos, pero también entre el público, que disfrutaba con su personalidad arrolladora sobre el escenario. Los papeles en las óperas y representaciones se alternaban ya a partes iguales con los conciertos y recitales en solitario. Su repertorio incluyó Combattimento di Tancredo e Clorinda, Werther, Eugenio Oneguin o el Réquiem de Verdi. En 2006 se editaron también su disco en solitario Opera Recital y la grabación de Combattimento.
El éxito imparable del tenor mexicano provocó que el calendario de actuaciones se saturara, sobre todo en la temporada 2006-2007, en la que se redujeron las óperas y aumentaron los conciertos y recitales como solista. La discografía de Villazón así lo reflejó, con la aparición de Gitano, disco en el que interpretaba arias de zarzuela bajo la dirección de Plácido Domingo, y Duetos, junto a Anna Netrebko. El reconocimiento era unánime y así siguió en la temporada 2007-2008, que marcó un punto de inflexión en su carrera. El cansancio físico y mental por una actividad frenética provocó que el tenor tuviera que anular sus actuaciones y tomarse un descanso de cinco meses en 2007
Villazón retomó su actividad en 2008 con energías renovadas y nuevo trabajo en el mercado, Cielo e mar, su primer disco en solitario con Deutsche Grammophon, en el que volvió a apostar por piezas menos conocidas de autores como Giuseppe Verdi, Gaetano Donizetti, Arrigo Boito, Francesco Cilea, Saverio Mercadante, Antonio Carlos Gomes y Giuseppe Pietro. En el mismo sello apareció la grabación de La Bohème, junto a Anna Netrebko. Esta unión dio pie también a su primera aparición en el cine, en la versión cinematográfica de la ópera de Giacomo Puccini dirigida por Robert Dornhelm.
Durante 2008 Villazón reguló el número de actuaciones y siguió recibiendo distinciones, como la insignia de Caballero de las Artes y Letras de Francia. En marzo fue galardonado con el premio Les Victoires de la Musique Classique al mejor artista lírico del año
(Cochabamba, 1849-?, 1939) Político boliviano. Desde 1872 fue diputado. Ministro de Asuntos Exteriores (1900), se aplicó en la cuestión de los límites con los países vecinos. Durante las Administraciones de Pando (1899-1904) y Montes (1904-1906) fue vicepresidente de la República, sustituyendo a éste último en la presidencia (1909-1913). Impulsó la construcción de la red ferroviaria y destacó su administración de la Hacienda, a pesar de la crisis minera de 1908