Poeta y erudito español del siglo XIV, de cuya peripecia vital no ha llegado noticia alguna hasta nuestros días. Fue autor del Poema de Alfonso XI , una extensa composición épica o heroica, compuesta por unos diez mil versos octosilábicos de rima consonante cruzada, considerada por la crítica especializada como uno de los primeros ejemplos de la crónica en verso (modalidad literaria que tuvo su continuación en otros autores de la centuria siguiente).
En esta singular obra, Rodrigo Yáñez da noticia del monarca castellano-leonés Alfonso XI desde su llegada al trono hasta la conquista de la plaza de Algeciras (1344), con especial detenimiento en las descripciones (siguiendo lo modelos estéticos de la épica tradicional) de las batallas en las que tomaron parte sus tropas.
Una de las aportaciones más originales de Yáñez dentro del género de la crónica es su inclusión de algunos comentarios de contenido social, así como el enriquecimiento de la mera narración de los hechos históricos con diferentes profecías que están en la línea de la literatura artúrica, a la sazón puesta de moda entre los eruditos peninsulares
Otra de las singularidades del Poema de Alfonso XI radica en su aprovechamiento de las fuentes más variadas: por una parte, Rodrigo Yáñez se inspira y documenta en las crónicas de su tiempo; pero vuelve también los ojos a la literatura anterior para copiar modelos procedentes del mester de clerecía (fundamentalmente, del Libro de Alexandre y del Poema de Fernán González), de algunas obras contemporáneas que tuvieron gran difusión en la época (como el poema portugués sobre la batalla de Algeciras, obra de Alfonso Giraldes) y, paradójicamente, de las técnicas y los recursos expresivos manejados todavía por los representantes de la literatura juglaresca
(East Dereham, Gran Bretaña, 1766-Londres, 1828) Físico y químico inglés. Con posterioridad a su licenciatura en medicina, procedió a estudiar de forma autodidacta física, química, astronomía y botánica. Entre 1803 y 1804 descubrió dos nuevos elementos, el paladio y el rodio; ese mismo año puso a punto un proceso metalúrgico que permitía obtener platino en su forma pura, con las condiciones necesarias de maleabilidad que lo hacían susceptible de usos en el ámbito de la manufactura y la investigación química. El proceso desarrollado por Wollaston se encuentra en la base de los modernos métodos industriales de obtención de tungsteno, molibdeno y otros metales de transición. Uno de los científicos más influyentes de su tiempo, publicó alrededor de sesenta artículos sobre temas tan variados como la mineralogía, la cristalografía, la fisiología y la patología