Narrador y ensayista mexicano, figura clave en el desarrollo de la narrativa nacional, sobre todo por Al filo del agua, novela que marcó un antes y un después.
Realizó estudios en Guadalajara, su ciudad natal. Posteriormente viajó a la capital del país para ingresar a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma. Participó activamente en política y desempeñó importantes puestos públicos, entre ellos gobernador de Jalisco entre 1953 y 1959, y secretario de Educación Pública de 1964 a 1970. Este último cargo le permitió realizar valiosas reformas en el sistema educativo mexicano.
Agustín Yáñez
Su obra está compuesta por novelas, cuentos, ensayos y crítica literaria. Entre sus libros más conocidos se encuentran Al filo del agua (1947), La tierra pródiga (1960), Las tierras flacas (1962), Ojerosa y pintada (1960), Tres cuentos (1964) y Las vueltas del tiempo (1975). En 1973 fue galardonado con el Premio Nacional de Letras.
Tanto sus novelas como sus relatos se inscriben dentro de la gran corriente realista que caracterizó a la narrativa mexicana a finales del siglo XIX y principios del XX, y que incluye a figuras como José Tomás de Cuéllar, M. Payno, Heriberto Frías y M. Azuela. Sin embargo, Yáñez supo enriquecer esta corriente al integrar muchos de los recursos técnicos y estilísticos de la vanguardia europea y estadounidense de su época.
Produjo así una obra tradicional e innovadora a la vez, cuya original prosa pone de manifiesto la búsqueda de nuevas posibilidades expresivas. Al filo del agua está considerada, junto a Pedro Páramo de J. Rulfo y Los de abajo de Mariano Azuela, una de las mejores novelas mexicanas del siglo XX. Se ubica en un pueblo de Jalisco, en vísperas de la Revolución, y presenta una serie de acciones simultáneas y relacionadas que muestran la vida cotidiana en el lugar y la manera en que ésta se ve alterada por el movimiento armado
El título alude al momento en que está a punto de estallar una tormenta y, metafóricamente, al momento histórico que precedió al estallido de la Revolución mexicana. Este tiempo de espera cargado de tensión es descrito mediante una serie de cuadros que ahondan en lo más profundo de las obsesiones que se viven en una pequeña población. Especialmente, aparece una concepción morbosa de la religiosidad, en su relación ambigua y represiva con el sexo.
Es importante la técnica narrativa empleada por el autor, que constituye la primera ruptura con la novela tradicional. El monólogo interior, sobre todo, ocupa un lugar principal en la economía de la novela. Durante los años siguientes, Yáñez intentó ensanchar esta visión realizando una panorámica del México contemporáneo, si bien no logró alcanzar los extraordinarios resultados de Al filo del agua. En La tierra pródiga (1960) Yáñez replantea, con recursos estilísticos nuevos, el dilema de civilización o barbarie, mientras que el dilema del campesino enfrentado a la tecnología incorporada al campo lo trata en Las tierras flacas (1962).
(María Flora Yáñez de Echevarría; Santiago, 1898 - 1982) Escritora chilena nacida en Santiago; fue hija de Eliodoro Yáñez, fundador del periódico La Nación de Santiago. Algunas de sus obras las firmó con el seudónimo de Mari Yan. Su narrativa se halla estrechamente vinculada al criollismo y a la defensa de su pueblo; dotada de considerable destreza técnica, profundiza con perspicacia en problemas humanos (principalmente femeninos) y ambientes. Escribió las novelas El abrazo de la tierra (1933), Mundo en sombra (1935), Espejo sin imagen (1936), Las cenizas (1942), La piedra (1952), ¿Dónde está el trigo y el vino? (1962), El último faro (1968) y El peldaño (1974). Ha dejado también la colección de cuentos titulada Juan Estrella (1954) y los libros de memorias Visiones de infancia (1947) e Historia de mi vida (1980)