Militar español. Secretario de Zumalacárregui, fue ascendido a coronel y posteriormente, tras ser ayudante de González Moreno, a brigadier (1835) y a mariscal de campo (1836). Realizó una expedición por Castilla (tomas de Segovia, La Granja, Valladolid y Toro) uniéndose después a la expedición real, con la que fue derrotado en Retuerta (1837), por lo que fue encerrado en el fuerte de Arciniega y sometido a juicio, siendo liberado en 1839. Acompañó al pretendiente Carlos a Francia, donde escribió Vida y hechos de don Tomás de Zumalacárregui (1845). Tras regresar a España aprovechando un indulto (1849), González Bravo le ascendió a teniente general y le puso al frente de la Guardia Civil
(Valparaíso, Chile, 1914 - Madrid, 2004) Poetisa española. Autora de una extensa y fecunda producción poética que ahonda en la realidad social de la España de los años cincuenta y sesenta desde una perspectiva cristiana, está considerada como una de las voces más destacadas de la lírica española de la segunda mitad del siglo XX escrita por mujeres
Inclinada desde su juventud hacia el conocimiento de los saberes humanísticos y el cultivo de la creación literaria, cursó estudios superiores de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, ciudad en la que residía desde su temprana infancia.
Una vez licenciada, orientó sus pasos profesionales por los senderos de la investigación literaria y la docencia, actividades que, en 1948, la condujeron hasta los Estados Unidos de América, país en el que residió durante un prolongado período de tiempo, viviendo en diferentes ciudades e impartiendo clases de literatura española en varias universidades de reconocido prestigio. Al mismo tiempo, aprovechó su estancia en territorio norteamericano para preparar y publicar uno de sus más valiosos libros de investigación literaria, centrado en la figura y la obra del gran poeta oriolano Miguel Hernández, y presentado bajo el título de Miguel Hernández. Vida y obra. Bibliografía. Antología (Nueva York, 1955)
Ya antes de abandonar la Península Ibérica se había dado a conocer como poetisa por medio de la publicación del poemario titulado Pájaros del Nuevo Mundo (1945); sin embargo, fue a su vuelta de los Estados Unidos cuando realmente se consagró de lleno a la creación poética, con títulos tan notables dentro de la lírica española de la época como El desterrado ensueño (1955) y La casa deshabitada (1959).
En la década de los años sesenta, continuó desplegando una intensa actividad creativa que arrojó otros frutos tan granados como Corral de vivos y muertos (1965) y Hondo sur (1968), sin dejar por ello de atender a ese quehacer ensayístico que, a mediados de la década siguiente, ofreció otro de sus textos canónicos, Poesía española del siglo XX (1974). Ya en su vejez, Concha Zardoya siguió haciendo gala de una envidiable lucidez intelectual que quedó plasmada en unos poemarios tardíos tan interesantes como Altamor (1986), Retorno a Magerit (1986) y Patrimonio de ciegos (1992)
Además de todos estos volúmenes de poesía e investigación, Concha Zardoya ha dejado otros muchos escritos originales dispersos en las revistas culturales en las que ha colaborado con asiduidad, como Ínsula y La isla de los ratones. Asimismo, ha realizado algunas incursiones en el complejo género de la literatura infantil y juvenil, al que ha aportado títulos como En la isla de Pascua (1985), Cuentos sin edad (1989), Caramurú y la anaconda (1992) y su último poemario, Ronda del arco iris (2004). A todos los volúmenes ya reseñados, cabe añadir los títulos de otros interesantes trabajos de investigación de Concha Zardoya, pero es sin lugar a dudas dentro del género poético donde esta singular y poderosa escritora alcanzó su auténtica y característica voz literaria, plasmada en decenas de poemarios que la sitúan entre las voces más prolíficas de las Letras españolas contemporáneas.