Actriz estadounidense. Renée Zellweger nació en un pequeño pueblo en la periferia de Houston, Texas, en el seno de una familia formada por el ingeniero suizo Emil Zellweger, su mujer Kjellfrid, noruega, enfermera y comadrona, y su hermano Drew (1967).
Renée Zellweger
Zelly, como la llaman sus íntimos, se interesó por la interpretación tras intervenir en los montajes teatrales del instituto, y en 1987 decidió trasladarse a Austin y estudiar arte dramático en la Universidad de Texas.
Atraída por el cine, cuando se graduó en 1991 intentó conseguir trabajo sin alejarse de Houston, donde se ganaba la vida como camarera, si bien sólo pudo obtener breves papeles en series y telefilmes. En 1993 se mudó a Los Ángeles y, tras pequeñas intervenciones en filmes como Reality Bites (1994) o una de las secuelas de la mítica La matanza de Texas (1994), le llegó la gran oportunidad con Jerry Maguire (1996), filme de Cameron Crowe protagonizado por Tom Cruise. Y ahí empezó todo
Títulos como Cosas que importan (One True Thing, 1998), El soltero (The Bachelor, 1999), Yo, yo mismo e Irene (Me, Myself & Irene, 2000) o Persiguiendo a Betty (Nurse Betty, 2000), por la que consiguió un Globo de Oro, jalonaron una filmografía siempre ascendente que desembocó en El diario de Bridget Jones (2001), un personaje que la obligó a una transformación integral y supuso su primera candidatura al Oscar. El éxito de esta película, basada en la popular novela de Helen Fielding, daría lugar a la secuela Bridget Jones: Sobreviviré (Bridget Jones: The Edge of Reason, 2004), que también protagonizó
Amante de los grandes desafíos, no escatimó esfuerzos cuando tuvo que engordar varios kilos para el papel de Bridget Jones (y bajarlos en un tiempo récord, y otra vez volver a ganarlos para la segunda parte); ni a la hora de corregir su natural entonación tejana para lograr un aceptable acento británico; y tampoco le amilanó aprender a bailar y cantar en unas semanas con seguridad suficiente si así lo requería el personaje.
A partir de El diario de Bridget Jones requirieron su presencia directores tan disímiles como Rob Marshall o Anthony Minghella, en películas tan opuestas como el musical Chicago (2002), por la que fue nominada por segunda vez al Oscar, o el drama Cold Mountain (2003). Su trabajo en ésta última supuso su definitiva consagración al ser premiado con el Oscar a la mejor actriz de reparto.
Renée Zellweger en El diario de Bridget Jones (2001)
y en Cold Mountain (2003), que le valió su primer Oscar
Después de superar un nuevo reto, el de encarnar a la mítica Janis Joplin en Piece of my Heart (2005), un nuevo biopic sobre la malograda cantante, Renée Zellweger se mueve con comodidad en su condición de actriz versátil que, tras tantas mutaciones, le han impuesto los críticos de cine, y pasa del drama a la comedia o al musical sin perder la solvencia que la ha situado en la primera línea de Hollywood
(Berlín, 1758 - 1832) Compositor alemán. Hijo de un albañil, aprendió el oficio de su padre, pero se perfeccionó en la interpretación del violín y la composición hasta tal punto que, en 1876, aparecieron en Berlín sus primeras piezas para piano y sus primeros lieder, así como la cantata fúnebre por la muerte de Federico el Grande, que fue estrenada en la Garnisonskirche de Potsdam.
Carl Zelter
A partir de 1791 fue director auxiliar del Singverein, entonces dirigido por C. Fr. Fasch. Tras la muerte de éste en 1800, se convirtió en director de esta institución, que pasó a denominarse Singakademie. En 1807 fundó en Berlín un centro para la formación de músicos de orquesta y, dos años después, creó el modelo de todos los coros de hombres del siglo XIX, la "Liedertafel", dedicada a la práctica colectiva del lied. Fue nombrado profesor y miembro honorario de la Academia Real y, en 1820, también fundó y dirigió la Königliches Institut for Kirchenmusik.
Como compositor, obtuvo un gran éxito en Alemania con sus lied, algunos de los cuales se convirtieron en populares, como König in thule. Fue el iniciador del lied alemán, que Schubert perfeccionaría después, en vida del propio Zelter. Además de los lieder, compuso numerosas obras de música sacra, en su mayoría olvidadas.
Su importancia en la historia de la música también radica en que dedicó gran parte de su vida a promocionar la música de Bach, compositor que entonces estaba relegado a un segundo plano y del que publicó algunos trabajos, como La Pasión según San Mateo. Consiguió que se representase en 1829, en el centenario de su primer estreno, bajo la dirección de Mendelssohn, uno de sus más relevantes discípulos