Pintor y poeta mexicano. Muy pronto empezó a compaginar su interés por las artes plásticas con su innata vocación literaria, y la suma de ambas actividades creativas le convirtió en una de las grandes figuras de la cultura azteca de la primera mitad del siglo XX
En su condición de miembro del cuerpo diplomático mejicano, durante varios años estuvo destinado en París como agregado cultural de la embajada azteca. En la capital gala, Ángel Zárraga y Argüelles tuvo ocasión de entablar contacto con las principales figuras artísticas del momento, de conocer las últimas tendencias y corrientes del arte europeo y de participar en diferentes agrupaciones como la Sociedad de Artistas Decoradores de París, que le brindó la oportunidad de extender el campo de sus creaciones artísticas a los espacios más nobles de la vieja Europa.
Así, al pintor mejicano se le encargó la ejecución de los frescos que decoran la cripta de la iglesia de Suresnes, el via crucis de la iglesia de Meudon y los murales de la Ciudad Universitaria de la capital francesa. Con estas y otras obras similares, el prestigio de Ángel Zárraga como muralista y decorador de grandes espacios alcanzó fama internacional, por lo que, de regreso a su México natal, le fueron encargadas otras obras de extraordinaria repercusión (como, por ejemplo, la decoración del selecto Club de Banqueros o la pintura de la capilla absidal de la catedral de Monterrey)
Como poeta, Ángel Zárraga y Argüelles dejó en su producción lírica muchos ecos de su experiencia en el extranjero, así como abundantes notas estéticas que hay que relacionar, de forma obligada, con sus actividades plásticas. Entre sus poemarios más conocidos, sobresalen los titulados Oda a Francia y Tres poemas
(?-1524) Escultor español. Originario, al parecer, de Toledo, se le sabe activo en Castilla desde 1499. Figura entre los primeros escultores españoles de la corriente renacentista, si bien sus ornamentaciones son más propias de la fase inicial del plateresco. En sus obras se observan influencias de Domenico Fancelli. Trabajó sobre todo en la catedral de Ávila (retablo mayor, 1508; trasaltar con el sepulcro de Alonso de Madrigal, llamado el Tostado, 1518; sagrario mayor y baptisterio, 1522). También hay obras suyas en la catedral de Toledo (sepulcro de Alfonso Carrillo de Albornoz y de Íñigo López Carrillo de Mendoza, 1515)