Poeta ruso. Reformador y occidentalista, ejerció una gran influencia sobre los escritores de su época, sobre todo dando a conocer las obras maestras de la literatura extranjera. Después de haber traducido obras de Thomas Gray, August von Kotzebue y Miguel de Cervantes, dirigió la revista El Mensajero de Europa (1808), donde publicó sus poesías.
Su traducción de la Elegía, de Gray, marcó el inicio del movimiento de renovación de la poesía rusa. En 1812, alistado en la Guardia Nacional, compuso su gran poema: Un bardo en el campo de los guerreros rusos. Es también autor de las odas Al jefe de los vencedores (1815) y El bardo en el Kremlin (1816).
Se encargó de la educación del zarevich Alejandro, el futuro Alejandro II, instalándose en el palacio de Invierno (1827-1837). Partidario de la autocracia, su crédito en la corte le permitió intervenir a favor de escritores considerados como demasiado liberales, particularmente Alexander Pushkin. El manifiesto de Alejandro II al subir al trono se inspiraba en sus ideas y consejos, entre los que figuraba la emancipación de los siervos. En 1847 publicó una excelente traducción de la Odisea
(Jullundur, India, 1924 - Bahawalpur, 1988) Militar y político paquistaní, presidente de la República desde 1978 hasta 1988. Instruido en la Escuela de Mandos de Quetta, durante la Segunda Guerra Mundial combatió como soldado profesional en el Ejército británico en las campañas de Indonesia, Birmania y Malaya, tras las cuales acabó con el rango de oficial (1945).
Con la partición del subcontinente indio en 1947, Zia se integró en el flamante Ejército paquistaní, en el que hizo carrera desempeñando puestos de mando, instrucción u organización. En 1964, con el rango de teniente coronel, fue destinado a la Escuela de Quetta. En 1969 fue ascendido a general de brigada y en 1972 a general de división. Siempre ligado a las fuerzas acorazadas, participó en la segunda (1965) y tercera (1971) guerras contra India, y cuando se hallaba en Jordania en 1970 combatió junto al Ejército Real en la guerra civil ("Septiembre Negro") contra los fedayin de la OLP, con tal éxito que el rey Hussein llegó a condecorarlo
Zia Ul-Haq
En abril de 1975 fue promovido a teniente general, con mando sobre un cuerpo de ejército, y el 1 de marzo de 1976 el primer ministro Zulficar Ali Bhutto le nombró jefe del Estado Mayor del Ejército paquistaní. En tal posición y en un contexto de grave conflictividad a raíz de las elecciones legislativas (ganadas por Bhutto y denunciadas como fraudulentas por la oposición), el 5 de julio de 1977 Zia encabezó un golpe de Estado incruento, suspendió los partidos políticos y se proclamó administrador jefe de la ley marcial.
A pesar de la aclaración inicial de que su estancia en el poder era meramente temporal, hasta recuperarse la estabilidad interna, Zia postergó indefinidamente las elecciones y, desoyendo las peticiones de clemencia internacionales, no impidió la ejecución de Bhutto en 1979, tras hallarle culpable de una supuesta complicidad en el asesinato de un rival político
Convertido en dictador (formalmente asumió la presidencia de la República en septiembre de 1978), Zia reprimió con severidad las nunca acalladas protestas de la oposición civil y emprendió una paulatina islamización de la sociedad paquistaní, en lo que encontró el apoyo de los partidos tradicionales y opuestos al laicismo que había representado Bhutto.
Esta línea inquietó a Estados Unidos, quien no obstante siguió asistiendo económicamente a Zia por facilitar bases a los mujahidines afganos en lucha contra el régimen pro-soviético de Kabul. El 19 de diciembre de 1984 sometió a referendo su política islamizante, con el resultado de un 97´7 % de votos favorables, sobre una participación del 62´1 %. El 25 de febrero de 1985 se celebraron las primeras elecciones legislativas desde 1977, sin base de partidos, y el 30 de diciembre siguiente, intentando devolver una imagen de normalidad, levantó la ley marcial
El 29 de mayo de 1988 endureció su postura con la disolución de la Asamblea Nacional y la destitución de Muhammad Khan Junejo al frente del Gobierno, puesto que asumió él mismo. El 15 de junio siguiente decretó la introducción de la sharia (ley islámica), cuyas draconianas penas justificó como único medio para garantizar el orden público y disuadir a sus posibles infractores
El 17 de agosto siguiente, el avión en el que viajaba Zia, el embajador de Estados Unidos y otras 28 personas, incluidas el jefe del Estado Mayor del Ejército y varios generales, se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de Bahawalpur. El siniestro, cuando menos misterioso, hizo pensar a muchos en un atentado, y las últimas investigaciones indicaron que un gas pudo haber adormecido a pasajeros y tripulación y provocado el desplome del aparato. Un sofisticado atentado que, caso de haberse producido, sugería la intervención de los servicios secretos de alguna potencia
Lo cierto es que la muerte de Zia, a quien sucedió provisionalmente en la presidencia Ghulam Ishaq Khan, aceleró el retorno de la democracia en Pakistán. En las elecciones legislativas del 16 de noviembre venció el Partido Popular de Pakistán (PPP), antaño dirigido por Bhutto y ahora por su hija Benazir, que en los últimos años había encabezado las protestas y había sufrido la persecución gubernamental