Atahualpa Yupanqui, , nació en Pergamino (Prov. Buenos Aires) el 31 de enero de 1908. Cantor, guitarrista, poeta, compositor, recopilador. Hizo sus primeros estudios musicales con el Padre Rosáenz. Más tarde aprendió guitarra en Junín (Prov. Buenos Aires) con Bautista Almirón.
Atahualpa Yupanqui en Cosquín
En 1918 su familia se trasladó a Tucumán. En 1923 murió su padre, por lo que tornó a radicarse con los suyos en Junín. En 1926 escribió Camino del indio. Emprendió un viaje a Jujuy, Bolivia y los Valles Calchaquíes. En 1931 recorrió Entre Ríos, afincándose un tiempo en Tala. Participó en la fracasada sublevación de los hermanos Kennedy, en la cual estuvieron envueltos también el coronel Pomar y Arturo Jauretche, que inmortalizó la patriada en su poema gauchesco El Paso de los Libres. Luego de la derrota debió exiliarse en Uruguay. Pasó por Montevideo, para luego dirigirse al interior oriental y el sur del Brasil.
En 1934 reingresó a la Argentina por Entre Ríos y se radicó en Rosario (Santa Fe). En 1935 se estableció en Raco (Prov. Tucumán) Pasó brevemente por la ciudad de Buenos Aires —donde diversos intérpretes comenzaban a popularizar sus canciones— para actuar en radio. Recorrió después Santiago del Estero, para retornar por unos meses a Raco en 1936. Realizó una incursión por Catamarca, Salta y Jujuy. Más tarde visitó nuevamente el Altiplano en busca de testimonios de las viejas culturas aborígenes. Retornó a los Valles Calchaquíes, recorrió a lomo de mula los senderos jujeños y residió por un tiempo en Cochangasta (Prov. La Rioja).
En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. En 1987 volvió al país para recibir el homenaje de la Universidad de Tucumán. Debió internarse en Buenos Aires en 1989 para superar una dolencia cardíaca, pese a lo cual en enero de 1990 participó en el Festival de Cosquín.
Sin embargo, a los pocos días Yupanqui cumplió un compromiso artístico en París. Volvió a Francia en 1992 para actuar en Nîmes pero se indispuso y allí murió el 23 de mayo. Por su expreso deseo, sus restos fueron repatriados y descansan en Cerro Colorado. Dejó innumerables obras para el cancionero argentino de raíz folklórica. Como escritor, publicó Piedra sola (1940), Aires indios (1943), Cerro Bayo (1953), Guitarra (1960), El canto del viento (1965), El payador perseguido (1972) y La Capataza (1992).
Franco Vaccarini nació en 1963, en una zona rural del partido de Lincoln; se mudó luego a un campo de Chacabuco. Desde los trece años vivió en un caserón que alquilaban sus hermanas mayores y luego en diferentes pensiones, en la ciudad de Lincoln, donde comenzó a escribir. A los veinte años se radicó en Buenos Aires. Estudió periodismo y asistió a los talleres literarios de los escritores José Murillo y Hebe Uhart.
Franco Vaccarini
Es Sub Director de la revista de cuento latinoamericano Mil mamuts.
Ha publicado seis novelas: La noche del meteorito (ganadora del premio El Barco de Vapor 2006, de Ediciones SM); Odisea/Homero (Cántaro, versión del poema homérico, 2005); Eneas, el último troyano (Amauta, versión de la Eneida, de Virgilio, 2006); Los ojos de la iguana (Mondragón, 2004); Los crímenes del mago Infierno (Crecer Creando, 2006); Algo más que un tesoro (Estrada, 2007).
También se destacan los volúmenes de cuentos Ganas de tener miedo (Cántaro, 2001), El hombre que barría la estación (Cántaro, 2003) y La Mecedora del Fantasma (Estrada,2006). Adaptó mitos de la Metamorfosis, de Ovidio, entre otras fuentes, para su último volumen de relatos: Mitos Clasificados 3 (Cántaro, 2007).
Su novela inédita La pasajera encantada, obtuvo la Mención de Honor del Fondo Nacional de las Artes (2001). Otras publicaciones de relevancia son No temas cuando la visita te salude, volumen de cuentos breves (1990) y dos libros de poesía: El Culto de los Puentes (distinguido por el Fondo Nacional de las Artes, 1997) y La Cura (1998).